Textos completos de Leonardo da Vinci y Vitruvio
En su dibujo, el Hombre de Vitruvio, Leonardo da Vinci incluyó un texto en los márgenes superior e inferior de la página. En dicho texto, Leonardo describe las proporciones del cuerpo humano que volcó en su dibujo. A continuación incluimos la traducción del texto:
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Vitruvio el arquitecto, dice en su obra sobre arquitectura que la naturaleza
distribuye las medidas del cuerpo humano como sigue:
que 4 dedos hacen 1 palma,
y 4 palmas hacen 1 pie, 6 palmas hacen
1 codo, 4 codos hacen la altura del hombre. Y 4 codos hacen 1 paso, y que 24
palmas hacen un hombre; y estas medidas son
las
que él usaba en sus edilicios. Si separas la piernas lo suficiente como para que
tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos
estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que el centro
geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el
espacio entre las piernas será un triángulo equilátero. La longitud de los
brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. Desde el nacimiento del
pelo hasta la punta de la barbilla es la décima parte de la altura de un hombre;
desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza es un octavo de
su estatura; desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza será un
sexto de un hombre. Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo
será la séptima parte del hombre completo. Desde los pezones a la parte de
arriba de la cabeza será la cuarta parte del hombre. La anchura mayor de los
hombros contiene en sí misma la cuarta parte de un hombre. Desde el codo a la
punta de la mano será la quinta parte del hombre; y desde el codo al ángulo de
la axila será la octava parte del hombre. La mano completa será la décima parte
del hombre; el comienzo de los genitales marca la mitad del hombre. El pie es la
séptima parte del hombre. Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla
será la cuarta parte del hombre. Desde debajo de la rodilla al comienzo de los
genitales será la cuarta parte del hombre. La distancia desde la parte inferior
de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada
caso, la misma, y, como la oreja, una tercera parte del rostro
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Marco Vitruvio Polión era un arquitecto romano de la época del emperador Augusto. Escribió un libro sobre arquitectura llamado De Architectura. En el Libro Tercero-Capítulo I se puede leer el siguiente texto:
‹‹ Es imposible que un templo posea una correcta disposición si
carece de simetría y de proporción, como sucede con los miembros o partes del
cuerpo de un hombre bien formado. El cuerpo humano lo formo la naturaleza de tal
manera que el rostro, desde la barbilla hasta la parte mas alta de la frente,
donde están las raíces del pelo, mida una décima parte de su altura total. La
palma de la mano, desde la muñeca hasta el extremo del dedo medio, mide
exactamente lo mismo; la cabeza, desde la barbilla hasta su coronilla, mide una
octava parte de todo el cuerpo; una sexta parte mide desde el esternón hasta las
raíces del pelo y desde la parte media del pecho hasta la coronilla, una cuarta
parte.
Desde el mentón hasta la base de la nariz, mide una tercera parte y desde las
cejas hasta las raíces del pelo, la frente mide igualmente otra tercera parte.
Si nos referimos al pie, equivale a una sexta parte de la altura del cuerpo; el
codo, una cuarta parte, y el pecho equivale igualmente a una cuarta parte. Los
restantes miembros guardan también una proporción de simetría, de la que se
sirvieron los antiguos pintores y escultores famosos, alcanzando una
extraordinaria consideración y fama. Exactamente de igual manera, las partes de
los templos deben guardar una proporción de simetría perfectamente apropiada de
cada una de ellas respecto al conjunto total en su completa dimensión.
El ombligo es el punto central natural del cuerpo humano. En efecto, si se
coloca un hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el
centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia, esta tocaría la
punta de ambas manos y los dedos de los pies. La figura circular trazada sobre
el cuerpo humano nos posibilita el lograr también un cuadrado: si se mide desde
la planta de los pies hasta la coronilla, la medida resultante será la misma que
se da entre las puntas de los dedos con los brazos extendidos; exactamente su
anchura mide lo mismo que su altura, como los cuadrados que trazamos con la
escuadra. Por tanto, si la naturaleza ha formado el cuerpo humano de modo que
sus miembros guardan una exacta proporción respecto a todo el cuerpo, los
antiguos fijaron también esta relación en la realización completa de sus obras,
donde cada una de sus partes guarda una exacta y puntual proporción respecto a
la forma total de su obra. Dejaron constancia de la proporción de las medidas en
todas sus obras, pero sobre todo las tuvieron en cuenta en la construcción de
los templos de los dioses, que son un claro reflejo para la posteridad de sus
aciertos y logros, como también de sus descuidos y negligencias.››